La idea de que nos atraen personas con traumas similares es un tema complejo que se ha explorado tanto desde la psicología como desde la psicoterapia de relaciones. Si bien no es una regla absoluta, existen varias teorías y explicaciones psicológicas que sugieren que las personas tienden a sentirse atraídas o conectadas emocionalmente con otras que comparten experiencias o heridas emocionales parecidas.
1. Teoría del Apego y Relaciones
La teoría del apego, desarrollada por John Bowlby y Mary Ainsworth, sugiere que la forma en que fuimos cuidados en la infancia influye en nuestras relaciones adultas. Las personas que experimentan apego inseguro (evitativo, ansioso o desorganizado) pueden sentirse atraídas hacia otros que también tienen patrones de apego disfuncionales. Esto ocurre porque, inconscientemente, buscan recrear las dinámicas familiares que les son conocidas, aunque sean dolorosas, con la esperanza de obtener una resolución emocional o «reparación».
Ejemplo:
Alguien que creció en un entorno donde el amor estaba condicionado o era inestable puede sentirse atraído por personas que también tienen dificultades para mostrar afecto o estabilidad emocional, recreando así esa dinámica familiar.
2. Repetición Compulsiva (Freud)
Sigmund Freud propuso la idea de la repetición compulsiva, donde las personas tienden a recrear inconscientemente situaciones de trauma o conflicto no resueltas en su infancia. Al buscar personas con heridas emocionales similares, intentan de manera inconsciente sanar o resolver esas heridas a través de la relación. Sin embargo, esto a menudo lleva a ciclos repetitivos de dolor o frustración, ya que ambas personas pueden estar luchando con los mismos problemas no resueltos.
Ejemplo:
Una persona que sufrió abandono en la infancia podría sentirse atraída por alguien con tendencia a ser emocionalmente distante, recreando la sensación de abandono y esperando que esta vez la historia tenga un final diferente.
3. Validación y Comprensión Mutua
Cuando las personas han vivido experiencias traumáticas similares, pueden sentir una conexión especial porque creen que la otra persona entiende su dolor o comparte una parte de su experiencia que otros no podrían comprender fácilmente. Esta conexión puede llevar a una atracción emocional fuerte basada en la empatía y la sensación de ser comprendidos a un nivel profundo.
Ejemplo:
Dos personas que han experimentado abuso emocional en sus relaciones pasadas podrían sentir una conexión porque perciben que pueden validarse mutuamente y apoyarse en el proceso de sanación.
4. Patrones Relacionales y Autoestima
El trauma a menudo afecta la autoestima y la percepción de sí mismo. Las personas que han pasado por experiencias difíciles pueden buscar relaciones que reflejen su autoconcepto o que perpetúen ciertos patrones emocionales a los que están acostumbrados. En lugar de buscar una relación sana y equilibrada, pueden sentirse atraídas por personas que refuercen la narrativa de dolor o insuficiencia que ya tienen internalizada.
Ejemplo:
Una persona con baja autoestima debido a traumas emocionales podría sentirse atraída por parejas que no la valoren lo suficiente, porque ese tipo de relación refuerza la creencia negativa que tiene sobre sí misma.
5. Crecimiento y Sanación Compartida
En algunos casos, estar con alguien que ha vivido traumas similares puede ser positivo si ambos están dispuestos a trabajar juntos en su sanación emocional. El proceso de crecimiento mutuo puede fortalecer la relación y ayudar a ambas personas a procesar sus experiencias de una manera saludable, construyendo una relación basada en la apertura emocional y el apoyo mutuo.
Ejemplo:
Dos personas que han pasado por la pérdida de un ser querido podrían encontrar consuelo y apoyo mutuo en su relación, aprendiendo a sobrellevar el duelo y sanar emocionalmente juntos.
6. Interacción de Ciclos Tóxicos
Aunque las experiencias compartidas pueden crear una sensación de intimidad, también pueden llevar a relaciones tóxicas si ambas personas no han trabajado en sus propios traumas. Las relaciones donde ambos traen dolores no resueltos pueden amplificar el conflicto, ya que ninguno de los dos está emocionalmente preparado para lidiar con el trauma del otro de manera saludable.
Ejemplo:
Una relación entre dos personas con problemas de abandono no resueltos puede volverse muy inestable, con constantes ciclos de acercamiento y alejamiento, reproduciendo los mismos patrones de su pasado.
Conclusión
La idea de que las personas se atraen por otros con traumas similares tiene un fundamento psicológico, pero la dinámica exacta depende de muchos factores, como la autoconciencia, el nivel de sanación emocional y la disposición para trabajar en los propios problemas. Estar con alguien que comparte traumas puede ser empoderador si ambas personas están en un camino de crecimiento, pero también puede perpetuar ciclos destructivos si no hay un trabajo consciente hacia la sanación.
Es fundamental que las personas busquen procesar sus propios traumas, ya sea a través de la terapia o del trabajo personal, para evitar caer en relaciones que simplemente repitan patrones negativos del pasado.