“Encarnación: El rugir de los motores no pudo opacar el eco de los disparos”
En la noche del jueves 19 de septiembre, Encarnación se vistió de fiesta para recibir al Petrobras Rally del Paraguay. El centro cívico se transformó en un escenario donde el ritmo de los motores y la alegría del carnaval se fusionaron en una sola vibración. Sin embargo, detrás de esta fachada de celebración, se escondía una realidad más oscura que ensombrecía la noche.
La presencia del presidente Santiago Peña junto a Joshua Duerksen y la emoción de los fanáticos no pudieron disimular los hechos violentos que sacudieron a la ciudad. Mientras las miradas estaban puestas en la partida ceremonial del rally, un hecho de sicariato se llevaba a cabo a pocas cuadras del epicentro de la fiesta. Óscar Cantero Sosa, de 38 años, fue víctima de un ataque a balazos en las inmediaciones de la costanera Padre Bolik.
La víctima, quien se encontraba en estado grave, fue trasladada de urgencia a un sanatorio privado donde 24 horas posteriormente se confirmó su deceso. El atacante logró darse a la fuga sin dejar rastros. Este hecho generó conmoción entre los habitantes de Encarnación y puso en evidencia la fragilidad de la seguridad en la ciudad, incluso durante eventos de gran magnitud.
Pero los problemas no se limitaron al intento de sicariato. La vulnerabilidad de la zona quedó al descubierto con el robo de la batería de un vehículo perteneciente a un voluntario del evento de rally. Este hecho, ocurrido en las inmediaciones del predio de la SENATUR el cual es utilizado para el evento, demuestra que ni siquiera la fuerte presencia policial pudo evitar este tipo de delitos.
La costanera Padre Bolik, fue utilizada como base de operaciones de los equipos que competirán en el Rally del Paraguay. En dicha zona se encuentra la SENATUR, como base de operaciones de organizadores y voluntarios del evento automovilístico. Ambos hechos delictivos sucedieron durante la ceremonia inaugural del Rally del Paraguay en un radio no mayor de 150 metros del predio de la SENATUR, el cual se haya custodiado por las fuerzas policiacas.
La pregunta que surge es ¿si Encarnación está preparada para albergar eventos de esta envergadura, sin que la inseguridad empañe la celebración?
La coexistencia de un rally, con fiscalizadores internacionales y suceden hechos de violencia y robos, plantea interrogantes sobre la capacidad de las fuerzas del orden, para garantizar la seguridad de los ciudadanos y turistas.
Por un lado, el Petrobras Rally del Paraguay representa una maravillosa oportunidad, para impulsar el turismo y la economía local. Sin embargo, la escalada de la violencia criminal, genera un clima de inseguridad que puede ahuyentar a los posibles inversores y visitantes.
Es fundamental que las autoridades tomen medidas urgentes para combatir la delincuencia y brindar tranquilidad a los ciudadanos. Abordar las causas profundas de la violencia y que el gobierno nacional, fortalezca las instituciones encargadas de garantizar la seguridad.
En conclusión, la noche del jueves 19 de septiembre en Encarnación fue una noche de contrastes. Mientras el rugido de los motores llenaba las calles de emoción, el eco de los disparos recordaba a los ciudadanos que la violencia sigue siendo una amenaza latente. Es necesario encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la seguridad ciudadana, para que eventos posteriores como el Mundial de Rally (W.R.C.) puedan realizarse en un ambiente seguro, donde todos los detalles estén bajo control.