Indudablemente que la Reserva Natural “San Rafael” es un elemento fundamental para el medio ambiente en el Departamento de Itapúa y el país. Sin embargo, en los últimos años la producción de marihuana y el tráfico de rollos, poco a poco llevan a la reserva hacia una destrucción total. Desde hace años ambos flagelos castigan a la mayor área verde de la región, sin que alguna institución haga algo efectivo para frenar los casos.
En reiteradas ocasiones, la organización PROCOSARA que administra la reserva desde adentro, solicitó la implementación de un plan de seguridad que incluya mayor dotación de guardaparques y equipamientos de control. Pero, todo quedó en pedidos y la situación cada vez se hace más insostenible.
Los delincuentes cultivan sin problemas marihuana de alta pureza en la zona boscosa y también comercializan los rollos que extraen del lugar. Doble negocio de un mismo sitio, que anualmente les genera buenos ingresos económicos.
Ahora la gran pregunta es, ¿hasta cuando se seguirá permitiendo y por cuanto tiempo aguantará la Reserva esa deforestación masiva que aumenta con el paso de los meses?.
En una última incursión en la Reserva San Rafael, los agentes de la SENAD ingresaron a una zona boscosa, próxima a la Colonia Arroyo Claro, donde detectaron 2 campamentos narcos para la producción de marihuana.
En coordinación con el fiscal Enrique Fornerón, se procedió a la destrucción de 5 hectáreas de cultivos de cannabis, 620 kilos de droga lista y 40 kilos de semillas. El lucro cesante al narcotráfico ronda los 500 Mil dólares. Estos centros de producción son responsables del abastecimiento al mercado argentino.