Por: Mgtr. Paola Zapata

Es muy difícil o frustrante cuando una relación no funciono o se rompe, emocionalmente quedamos desbastados, agotados, confusos. Imagínense si hay hijos de por medio como explicarles, por los cambios que pasará.
Es evidente que siempre es mejor una separación ante un matrimonio tóxico, donde sólo existe tristeza, agresividad, y ya no existe amor.
Lo importante que debemos hacer como padres primeramente es, no dejar al niño en una situación de abandono que ponga en riesgo su seguridad física y emocional, y evitar la sobreprotección, “pues esta impide construir la autonomía e independencia necesarias para desempeñarse en la vida”.
Es importante, que tengamos en cuenta que en esa etapa de duelo no mezclemos los conflictos que tenemos como pareja con los roles y responsabilidad que tenemos como padres, ya que “la ausencia, la agresión, la indiferencia o la desatención de uno de los padres afectan a los niños, les produce dolor emocional, intranquilidad y confusión”.
Las demostraciones de cariño, atenciones con el interés por la vida del otro ayudará a la contención del hijo.
Que los padres tengan una buena relación y comunicación y que puedan darse cuenta que por más que papá y mamá no estén juntos como parejas, están juntos como padres, esto siempre creará un ambiente sano para los hijos y les dejará buenas enseñanzas, que les facilitarán en un futuro seguir el ejemplo y buscar relaciones amorosas.