Las dos fuerzas mayoritarias, tanto la concertación como la ANR, impulsan a sus candidatos a enseñar a votar, pero a tan corto tiempo de las elecciones, el gran porcentaje de los paraguayos aún no adquirieron la habilidad en el ejercicio del voto.
Mientras, los centenares de candidatos, recorren calles, distritos y compañías, pretendiendo captar aún seguidores a sus propuestas eleccionarias.
Los errores al elegir se vieron en las internas, donde los mayores votados, llevaron el número de su lista, generando confusión en los mismos votantes.
El 30 de abril, veremos si ha funcionado el ejercicio del voto, y si los paraguayos hemos aprendido algo durante esta crisis tanto económica, social y demás, como también lo sufrido en pandemia por el Covid-19, que ha ocasionado muchos estragos en la sociedad.
Faltan menos de 30 días para las elecciones generales en nuestro país, donde los organismos estatales esperan un 70% de participantes en las buenas, con un comparativo de las elecciones pasadas presidenciales del 2018, cuando se registró una participación del 61,41% de ciudadanos que acudieron hasta los locales de votación para sufragar.
Buscando la mayor participación y fluidez posible, en un país que nunca supera el 60% de electores.
La Ley 6318/2019 estableció la aplicación del sistema de listas cerradas, desbloqueadas y su representación proporcional para cargos pluripersonales. Dicha normativa también resolvió el voto electrónico para las elecciones. Toda la votación se hará con el nuevo sistema.
La Justicia Electoral decidió implementar el uso de la tecnología para las Elecciones Generales 2023, y la prueba de fuego se vivió en las internas partidarias; donde el uso de las máquinas electrónicas de votación, fueron un resultado positivo, pese a que muchos países no aprueban el uso de esta herramienta electoral, los partidos políticos implementaron en la interna y quedó demostrado la tardanza, sumado al preocupante hecho que el paraguayo, aún no sabe votar.
Los cuestionamientos hacia este modo de votación electrónica, que fue puesto en práctica en el 100% de las mesas en diciembre del 2022, dan pie a depositar la desconfianza hacia su uso.
Las autoridades electorales defienden la implementación de la tecnología en el sufragio. Personas vinculadas al Tribunal Supremo de Justicia Electoral (TSJE), argumentan que es imposible realizar una elección con listas desbloqueadas, sin la ayuda del sistema de votación electrónica. A pesar del enorme número de candidatos que dificultan la elección de los mismos con este sistema, pese a que debiera facilitar el acto eleccionario y con ello, a más ciudadanos y ciudadanas para participar en ellas, pero el tiempo que lleva votar, hace difícil la tarea.
Los paraguayos que se encuentran en Argentina, España y Estados Unidos podrán acceder a todas mesas receptoras de votos que se instalarán. Y sumados alrededor de 4.8 millones de ciudadanos, podrán ejercer su voto en las elecciones generales de nuestro país.
Pese a todos los números, la tardanza en virar a un gran número de paraguayos, dificultan la actividad eleccionaria, pues no existe una campaña masiva cara enseñar al votante.
Las dos fuerzas mayoritarias, tanto la concertación como la ANR, impulsan a sus candidatos a enseñar a votar, pero a tan corto tiempo de las elecciones, el gran porcentaje de los paraguayos aún no adquirieron la habilidad en el ejercicio del voto.
Mientras, los centenares de candidatos, recorren calles, distritos y compañías, pretendiendo captar aún seguidores a sus propuestas eleccionarias.
Los errores al elegir se vieron en las internas, donde los mayores votados, llevaron el número de su lista, generando confusión en los mismos votantes.
El 30 de abril, veremos si ha funcionado el ejercicio del voto, y si los paraguayos hemos aprendido algo durante esta crisis, tanto económica, social y demás, como también lo sufrido en pandemia por el Covid-19, que ha ocasionado muchos estragos en la sociedad.
Así, como están las cosas, cada día es más notorio que el voto de la mayoría se tira hacia un lado.
El voto es el acto que nos permitirá a los ciudadanos decidir el destino del país, y del en la que vivimos, por lo tanto, entre más ciudadanos voten más se verán representados los intereses de la población, mientras que, si se abstienen, solo una porción se verá representada, generando que el futuro del país quede en manos de pocas personas.
¿Cuál es el lado conveniente? Lo decidirá el pueblo, con su voto, el próximo abril.